Un estudio reciente enumera las causas por las que los empleados suelen renunciar y/o cambiar de trabajo. La felicidad laboral es cada vez más importante, en un mundo en que la globalización lo hace todo posible.
Si hay una mala gestión, no habrá buenos resultados.
Hay un dicho y es que nadie deja a una empresa, pero sí a las personas que la lideran. Es ideal tener un líder al mando y no a un jefe. Un tercio de los solicitantes a nuevos empleos, admite que buscan dejar su trabajo por el gerente que tienen, más que por cualquier otra razón.
Una empresa DEBE tener cultura.
No es algo menor y mucho menos teórico, los valores de una empresa deben estar alineados con la forma de trabajo, ya que un empleado promedio de tiempo completo, pasa alrededor de 8 horas en su lugar de trabajo. Demasiado tiempo para pasarla mal ¿no lo crees? Es importante la integración en todos los ámbitos.
No hay orgullo.
Un logro laboral suele ser el orgullo común del adulto promedio ¿pero qué pasa cuando el trabajo no nos satisface en este aspecto?Sentir que construimos algo que vale la pena es parte fundamental para que el trabajo en sí, valga el esfuerzo. Si el empleado o la empresa se encuentra en un lugar equivocado… no hay de qué sentirse orgulloso.
Nivel de estrés más allá de lo posible.
Cuando no se puede explicar con una lámina de Power Point lo estresado que están los empleados, ¡alerta! Muchas cosas están mal. El estrés no solo es difícil de llevar, sino que es malo para la salud. La buena noticia es que la solución es sencilla: ¡organizar el equipo!
La igualdad y el respeto son solo palabras.
Independientemente de su rol en la empresa, todos quieren ser tratados de la misma manera. No hay nada más que decidir, no se puede abusar del puesto del que se goza, ni mucho menos reprimir a aquellos que están “más abajo”.
Falta de metas.
Si se trata de un trabajo en que no logras avanzar, al final de tu carrera laboral no habrás logrado alguna meta. Razón de sobra para escoger un camino que te provea de opciones en este ámbito.
