¿Más delgado que el papel, pero más fuerte que el acero?

Posibilidades infinitas gracias a un material que la mayoría aun no conocemos, ni hemos visto jamás, pero que sin embargo podría cambiar el rumbo de la tecnología, la ciencia y obviamente, nuestra realidad.

En el reciente Congreso mundial de Barcelona, una de las noticias más impactantes fue la presentación del grafeno, un material que es extraído desde el grafito. Andréy Gueim y Konstantín Novosiólov, son los responsables de esta innovación, quienes lograron obtener el Premio Nobel de Física y que gracias a este experimento, podríamos tener la posibilidad de tener un celular que se adapta a la muñeca, otorgándonos mayor comodidad y seguridad al momento de comunicarnos.

Pero, ¿de qué esta compuesto este particular material?

En esencia, es una lámina de carbón puro, dispuesto en forma hexagonal, que tiene solo un átomo de grosor, pero llega a ser 200 veces más resistente que el mismo acero, tiene la densidad de la fibra de carbono y es cinco veces más ligero que el aluminio. Según los científicos, se calcula que una lámina de un metro cuadrado llega a pesar sólo 0,7 miligramos, ¿increíble verdad? ¡Y todavía hay más! Es un material conductor imbatible, ya que los electrones se mueven por él 200 veces más rápido que en el silicio. Consume mucha menos energía y produce menos calor que el material que está en el centro de casi todos nuestros aparatos electrónicos. ¿Será este material una puerta para una nueva revolución tecnológica? Aún no lo sabemos, ya que increíblemente el grafeno, no se puede apagar. Aún así, promete ser puente para cables de fibra óptica cientos de veces más rápido que el actual, con el que se podrían producir superbaterías, pantallas táctiles flexibles y cámaras mejoradas.

Siempre hay un pero.

El gran problema es la producción masiva, ya que puede ser aislado a través de la exfoliación con cinta adhesiva, disolventes y  oxidantes. También lo han sintetizado a partir de azúcar común a 800 grados de temperatura, pero todos estos procesos son costosos, y muy meticulosos, además de ser poco prácticos y contaminantes.

¿A cuánto la maravilla?

Hasta el año 2016, un gramo de ‘Oxido de grafeno’ se está comercializando por 150 euros, siendo España una de las más grandes comercializadoras, produciendo el 17% del total mundial. Sin embargo, nos encontramos frente a un futuro que podría abrir camino a  nuevas posibilidades, y darnos más opciones para las soluciones existentes que nos ofrece el mercado actualmente, desde el deporte hasta aparatos tan comunes como los celulares.

¿Qué harías tú con este material? ¡Cuéntanos lo que estás pensando!